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Hoy volví a nacer, estoy empezando a construir el presente desde una nueva visión del futuro, mi historia ya no es mi refugio, mi presente no existe, es el futuro, mis próximos escenarios, no serán utópicos serán posibles, quiero estar presente en la arquitectura de mi destino, mi historia verdadera empieza ahora.

miércoles, 14 de julio de 2010

DORMIR

Amado Nervo


¡Yo lo que tengo, amigo, es un profundo
deseo de dormir!... ¿Sabes?: el sueño
es un estado de divinidad.
El que duerme es un dios... Yo lo que tengo,
amigo, es gran deseo de dormir.

El sueño es en la vida el solo mundo
nuestro, pues la vigilia nos sumerge
en la ilusión común, en el océano
de la llamada «Realidad». Despiertos
vemos todos lo mismo:
vemos la tierra, el agua, el aire, el fuego,
las criaturas efímeras... Dormidos
cada uno está en su mundo,
en su exclusivo mundo:
hermético, cerrado a ajenos ojos,
a ajenas almas; cada mente hila
su propio ensueño (o su verdad: ¡quién sabe!)

Ni el ser más adorado
puede entrar con nosotros por la puerta
de nuestro sueño. Ni la esposa misma
que comparte tu lecho
y te oye dialogar con los fantasmas
que surcan por tu espíritu
mientras duermes, podría,
aun cuando lo ansiara,
traspasar los umbrales de ese mundo,
de tu mundo mirífico de sombras.

¡Oh, bienaventurados los que duermen!
Para ellos se extingue cada noche,
con todo su dolor el universo
que diariamente crea nuestro espíritu.
Al apagar su luz se apaga el cosmos.

El castigo mayor es la vigilia:
el insomnio es destierro
del mejor paraíso...

Nadie, ni el más feliz, restar querría
horas al sueño para ser dichoso.
Ni la mujer amada
vale lo que un dormir manso y sereno
en los brazos de Aquel que nos sugiere
santas inspiraciones. ..
«El día es de los hombres; mas la noche,
de los dioses», decían los antiguos.

No turbes, pues, mi paz con tus discursos,
amigo: mucho sabes;
pero mi sueño sabe más... ¡Aléjate!
No quiero gloria ni heredad ninguna:
yo lo que tengo, amigo, es un profundo
deseo de dormir...

martes, 13 de julio de 2010

NO VOLVERÉ A SER JOVEN

Jaime Gil De Biedma

Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.

lunes, 12 de julio de 2010

LAMENTO LENTO

Pablo Neruda


En la noche del corazón
la gota de tu nombre lento
en silencio circula y cae
y rompe y desarrolla su agua.

Algo quiere su leve daño
y su estima infinita y corta,
como el paso de un ser perdido
de pronto oído.

De pronto, de pronto escuchado
y repartido en el corazón
con triste insistencia y aumento
como un sueño frío de otoño.

La espesa rueda de la tierra
su llanta húmeda de olvido
hace rodar, cortando el tiempo
en mitades inaccesibles.

Sus copas duras cubren tu alma
derramada en la tierra fría
con sus pobres chispas azules
volando en la voz de la lluvia.

domingo, 11 de julio de 2010

SUICIDIO EN PARÍS

KATHRYN S BLAIR


Por la entrada principal de la catedral de Notre-Dame penetró una ráfaga de aire invernal agitando el velo negro de una mujer alta que en ese momento entraba y avanzaba por el pasillo lateral hacia la sacristía. Un haz de luz que atravesaba el rosetón de vidrio emplomado teñía la nave central con suaves tonalidades de azul y rubí. Detrás de la reja entreabierta del altar, los miembros del coro comenzaban a abandonar sus asientos mientras aún vibraban las últimas notas del Te Deum bajo las soberbias bóvedas ojivales del recinto: el ensayo había concluido y los cantantes se retiraban hablando en voz baja, seguros de que al día siguiente el himno sacro exaltaría el ánimo de la multitud de fieles que acudirían a celebrar la coronación del papa Pío XI.
La nave quedó desierta salvo por unos cuantos feligreses dispersos, arrodillados para orar en silencio.
Eran las doce y cuarto del día.
Un joven cura, quien apresurado llevaba un mensaje a la sacristía, observó a la mujer alta que, sola y de pie, alzaba el rostro hacia Cristo en la cruz: iba elegantemente vestida de negro, con líneas simples que ceñían su cuerpo delgado, sus bien torneadas piernas enfundadas en medias de seda negra; su rostro desaparecía tras un largo velo de viuda. Aunque la observó de reojo, el sacerdote percibió en ella cierta majestuosidad.
El órgano vibró de nuevo al tocar trinos discordantes corno preludio a la práctica formal. La mujer permanecía inmóvil. Finalmente se acercó a un reclinatorio, se arrodilló y se llevó la mano derecha a la frente para iniciar la señal de la cruz.
Las campanas anunciaron la media de las doce y su vibración repercutió en la vasta oquedad, reduciéndose hasta enmudecer justo cuando el organista dejó de practicar. La mujer seguía de rodillas, inmóvil, con la mirada fija, velada y constante, en el crucifijo. Después, con toda calma, sacó una pistola de la bolsa negra que había dejado en el banco y se la llevó al corazón.
La detonación quebrantó aquel momento hasta la eternidad; uno de los fieles se volvió y dio un grito, con la mirada fija en la mujer que se desplomaba. El grito repercutió, extendiendo la consternación bajo el techo abovedado de la catedral gótica.
Horrorizado por el suceso, el Joven sacerdote llegó corriendo desde la sacristía y empezó a impartir órdenes apremiantes:
—Cierren las puertas. No dejen entrar a nadie.
Lentamente se ajustó la sotana y se arrodilló para examinar a la víctima, levantando el velo con precaución, temeroso de lo que iba a ver. Era la joven mujer en la que se había lijado momentos antes: su rostro delicado, enmarcado por el cabello corto, y la pistola aún humeante en la mano. Se inclinó un poco más y pudo ver que aquellos labios pálidos se movían casi imperceptiblemente mientras la sangre brotaba de su pecho empapando el vestido de lana negra.
El sacerdote solicitó con urgencia los Santos Óleos para suministrarle la extremaunción. Le santificó ojos, boca y oídos, pronunciando las oraciones de los últimos ritos, y terminó el ritual de la purificación absolviendo todos sus pecados, todo lo que aquella mujer había visto, dicho y oído en su corta vida. Le colocó un crucifijo sobre los labios y oró: “Acéptala, oh Dios, en el reino cíe los cielos”.
Unas cuantas personas se habían reunido, con la curiosidad y la compasión reflejada en los rostros; alguien ofreció un abrigo, que el cura dobló para interponerlo con suavidad entre la cabeza de la mujer y las frías losas. Luego le tendieron un chal de lana para cubrir la esbelta figura.
—Debemos pedirles que se vayan —exclamó la voz autoritaria de un enérgico canónigo que se abría paso entre el pequeño círculo de curiosos—. Y por favor, no toquen nada; ya hemos llamado a la policía y pedido un médico del Hôtel Dieu —y dirigiéndose al joven sacerdote, susurró—: Debemos evitar la publicidad hasta donde sea posible, ¿entiende? El comisario viene en camino.
Sin embargo, bien sabía él que a la mañana siguiente todo París estaría enterado de que la catedral de Notre-Dame había sido profanada.
—Dirigiré el servicio de re consagración en cuanto se pueda —agregó—. Las puertas deberán permanecer cerradas al público hasta que hayamos terminado. Qué tiempos éstos, qué tiempos —el tono de su voz delataba un profundo enojo.
El grupito comenzó a dispersarse; el canónigo se disponía a alejar- se cuando se volvió para contemplar la figura tendida.
— Es joven.
— Treinta, treinta y tres a lo sumo —calculó el cura—. ¡pobre alma desesperada!
— ¿era católica?
— Creo que sí. Lleva puesta una medalla de la Virgen de Guadalupe.
El canónigo asintió con un ademán y pasó nuevamente la mirada en la figura inmóvil.
— ¿Quién será?—preguntó en voz alta, sin dirigirse a nadie en particular.

Bibliografía
BLAIR, Kathryn S (2008). A la sombra del angel, Mexico; Patria

sábado, 10 de julio de 2010

PLACERES IRREFUTABLES

BRUCKNER, Pascal

¿Cómo es posible que la sociedad de Consumo haya llegado tan deprisa, desde la década de los sesenta, al triunfo del consumismo? El motivo es que los lemas de entonces, « Todo y ahora mismo», «Abajo el aburrimiento», «Vivir sin pausa y disfrutar sin estorbos», se aplicaban más al dominio de la mercancía que al del amor o al de la vida. Creíamos subvertir el orden establecido, y estábamos favoreciendo con total buena fe la propagación del mercantilismo universal. Respecto al hambre y a la sed todo debe estar al alcance de inmediato, mientras que el corazón y el deseo tienen sus propios ritmos, sus intermitencias. La intención era libertaria, pero el resultado fue publicitario: lo que liberamos no fue tanto la libido como nuestro ilimitado apetito de compra o nuestra capacidad de apoderarnos sin restricción de todos los bienes. Bonita imagen, la del revolucionario convertido en prospector habitual del capital: así han acabado el movimiento obrero, el marxismo y la izquierda radical, capaces de criticar un fallo del sistema y de permitir que éste se reforme sin demasiado esfuerzo. Un poco a la manera de esos hippies que descubrieron las escalas turísticas privilegiadas de África, Asia o el Pacífico treinta años antes que el resto del mundo, llevados por el deseo de huir y de aislarse.

Es absurdo criticar el consumo, ese lujo de niños mimados. Su gran atractivo es que ofrece un ideal sencillo, inagotable, al alcance de todos, siempre que uno sea solvente. No exige otras formalidades que las ganas y el dinero. Nos dejamos cebar y hartar como un niño alimentado con papillas. Digan lo que digan, nos divertimos mucho porque, como en la moda, adoptamos apasionadamente lo que nos proponen como si lo hubiéramos elegido nosotros mismos. Lo sabemos desde Charies Fourier: un placer no se refuta a golpe de anatema, sino absorbiéndolo, sustituyéndolo por otro mayor. ¿Les repugna tanto el consumismo como esos borregos que patean por los supermercados y los grandes almacenes? ¡Pues invéntense nuevos placeres, nuevas tentaciones! ¡Pero, por favor, dejen de quejarse!

BRUCKNER, Pascal (2008). La euforia perpetúa. 3ª edic. Trad. por Encarna Castejón. España: Tusquets

viernes, 9 de julio de 2010

LAS ADAPTACIONES CURRICULARES Y LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES EN LA ESCUELA

LAS ADAPTACIONES CURRICULARES Y LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES EN LA ESCUELA


La puesta en práctica del proceso enseñanza aprendizaje en el aula, implica del docente una habilidad compleja debido a que su papel como educador: requiere de la capacidad para tomar decisiones y poder realizar las adaptaciones curriculares adecuadas a las necesidades de los alumnos. “La selección y previsión de los procesos y experiencias que deben vivir los educandos, eso es el currículo”(PEÑALOZA Ramella, 2005;17).

Para hacer estas adaptaciones en primer lugar deberá tomar en cuenta el currículo oficial, (los objetivos y los contenidos), las características de cada uno de los educandos, (capacidades y rasgos personales, ritmo y estilo de aprendizaje, etc.) y otras características que la práctica docente se requiere como: técnicas, estrategias, métodos, etc.

Sin embargo, el mayor desafío del docente es cuando a su realidad educativa se suma un niño con Necesidades Educativas especiales (NEE), ya que esto representa dificultades mayores tanto para el docente como para el educando, es por eso que el docente tendrá que realizar adecuaciones más significativas para que este alumno con necesidades educativas especiales pueda acceder o hacer una aproximación lo mas cercana al currículo.

CONTRA JAIME GIL DE BIEDMA

Jaime Gil de Biedma


De qué sirve, quisiera yo saber, cambiar de piso,
dejar atrás un sótano más negro
que mi reputación -y ya es decir-,
poner visillos blancos
y tomar criada,
renunciar a la vida de bohemio,
si vienes luego tú, pelmazo,
embarazoso huésped, memo vestido con mis trajes,
zángano de colmena, inútil, cacaseno,
con tus manos lavadas,
a comer en mi plato y a ensuciar la casa?

Te acompañan las barras de los bares
últimos de la noche, los chulos, las floristas,
las calles muertas de la madrugada
y los ascensores de luz amarilla
cuando llegas, borracho,
y te paras a verte en el espejo
la cara destruida,
con ojos todavía violentos
que no quieres cerrar. Y si te increpo,
te ríes, me recuerdas el pasado
y dices que envejezco.

Podría recordarte que ya no tienes gracia.
Que tu estilo casual y que tu desenfado
resultan truculentos
cuando se tienen más de treinta años,
y que tu encantadora
sonrisa de muchacho soñoliento
-seguro de gustar- es un resto penoso,
un intento patético.
Mientras que tú me miras con tus ojos
de verdadero huérfano, y me lloras
y me prometes ya no hacerlo.

Si no fueses tan puta!
Y si yo no supiese, hace ya tiempo,
que tú eres fuerte cuando yo soy débil
y que eres débil cuando me enfurezco...
De tus regresos guardo una impresión confusa
de pánico, de pena y descontento,
y la desesperanza
y la impaciencia y el resentimiento
de volver a sufrir, otra vez más,
la humillación imperdonable
de la excesiva intimidad.

A duras penas te llevaré a la cama,
como quien va al infierno
para dormir contigo.
Muriendo a cada paso de impotencia,
tropezando con muebles
a tientas, cruzaremos el piso
torpemente abrazados, vacilando
de alcohol y de sollozos reprimidos.
Oh innoble servidumbre de amar seres humanos,
y la más innoble
que es amarse a sí mismo!

jueves, 8 de julio de 2010

FLOR DEL MAL

Entre las sombras, de mi pasado
Hay una estrella, sin redención
Que nunca supo, llevar mis pasos
Por el camino, de una ilusión

Mis ojos nunca, miraron alto
Solo la tierra, donde viví
Y poco a poco queme las horas
Que ha todas horas, tiemblan en mi

Y por mi eterna, tristeza
Y por un sino, casual
Soy una flor sin, aroma
Flor del mal

Sueños de barro, todo es mentira
Fingen los labios, una pasión
Y ahora que quiero, borrar mi huella
No encuentro el alma, ni mi perdón

La noche extraña
No tiene aurora
Ni mis recuerdos amanecer
Tal vez la vida con su condena

No tiene en cuenta que soy mujer
Y por mi eterna tristeza
Y por un sino casual
Soy una flor sin aroma
Flor del mal


Sara Montiel

LEY DE LOS TRES ESTADOS

Auguste Comte



1ª Estado teológico o ficticio

En su primer despliegue, necesariamente teológico, todas nuestras especulaciones muestran espontáneamente una predilección característica por las cuestiones más insolubles, por los temas más radicalmente inaccesibles a toda investigación decisiva. Por un contraste que, en nuestros días, debe parecer al pronto inexplicable, pero que, en el fondo, está en plena armonía con la verdadera situación inicial de nuestra inteligencia, en una época en que el espíritu humano está aún por bajo de los problemas científicos más sencillos, busca ávidamente, y de un modo casi exclusivo, el origen de todas las cosas, las causas esenciales, sea primeras, sea finales, de los diversos fenómenos que le extrañan, y su modo fundamental de producción; en una palabra, los conocimientos absolutos. Esta necesidad primitiva se encuentra satisfecha, naturalmente tanto como lo exige una situación tal, e incluso, en efecto, tanto como pueda serlo nunca, por nuestra tendencia inicial a transportar a todas partes el tipo humano, asimilando todos los fenómenos, sean cualesquiera, a los que producimos nosotros mismos y que, por esto, empiezan por parecernos bastante conocidos, según la intuición inmediata que los acompaña. Para comprender bien el espíritu, puramente teológico, resultado del desarrollo, cada vez más sistemático, de este estado primordial, no hay que limitarse a considerarlo en su ultima fase, que se acaba, a nuestra vista, en los pueblos más adelantados, pero que no es, ni con mucho, la más característica: resulta indispensable echar una mirada verdaderamente filosófica sobre el conjunto de su marcha natural, a fin de apreciar su identidad fundamental bajo las tres formas principales que le pertenecen sucesivamente.

miércoles, 7 de julio de 2010

INTERTEXTUALIDAD ARTÍSTICA

Coincidencia o Casualidad


Alguna vez se te ha ocurrido comparar el número de estrellas del manto de la Virgen de Guadalupe y los clavos de la pintura “La columna rota” de Frida Kahlo, la único que nos quitaría la duda es contar cada elemento en las imágenes reales de cada una obra.

martes, 6 de julio de 2010

EL MAL

Sanfranski, Rüdiger


El mal no es ningún concepto; es más bien un nombre para lo amenazador, algo que sale al paso de la conciencia libre y que ella puede realizar. Le sale al paso en la naturaleza, allí donde ésta se cierra a la exigencia de sentido, en el caos, en la contingencia, en la entropía
[1], en el devorar y ser devorado, en el vacío exterior, en el espacio cósmico, al igual que en la propia mismidad, en el agujero negro de la existencia. Y la conciencia puede elegir la crueldad, la destrucción por mor[2] de ella misma. Los fundamentos para ello son el abismo que se abre en el hombre.

La complejidad del mundo actual crea un caos espiritual en el ser humano, producto del enajenamiento materialista que supone una calidad de vida, el deseo de alcanzar una satisfacción creada entono a una necesidad ficticia, permite la cegara expansionaría sobre la miseria irreal del su mundo actual, basada en artificios que suplen momentáneamente la satisfacción real del espíritu.

Bibliografía
Sanfranski, Rüdiger (2008). El mal o el drama de la libertad. México: Tusquets


[1] Medida del desorden de un sistema.
[2] (afér. de «amor»). Por mor de (pop. en algunos sitios). En beneficio de o por consideración a: ‘Por mor de la amistad. Por mor del qué dirán’. *Motivo.

lunes, 5 de julio de 2010

LEY DE LOS TRES ESTADOS

Auguste Comte

Ley de la evolución intelectual de la Humanidad o ley de los tres estados

Según esta doctrina fundamental, todas nuestras especulaciones, cualesquiera, están sujetas inevitablemente, sea en el individuo, sea en la especie, a pasar sucesivamente por tres estados teóricos distintos, que las denominaciones habituales de teológico, metafísico y positivo podrán calificar aquí suficientemente, para aquellos, al menos, que hayan comprendido bien su verdadero sentido general. Aunque, desde luego, indispensable en todos aspectos, el primer estado debe considerarse siempre, desde ahora, como provisional y preparatorio; el segundo, que no constituye en realidad más que una modificación disolvente de aquél, no supone nunca más que un simple destino transitorio, a fin de conducir gradualmente al tercero; en éste, el único plenamente normal, es en el que consiste, en todos los géneros, el régimen definitivo de la razón humana.

Conclusiones

El texto fue escrito a mediados del siglo XIX, no obstante su vigencia aun permanece en el individuo de la sociedad actual, esto indica que las características sociales del la raza humana no han cambiado, quizás el mundo actual transformado por avance tecnológico de reflejos ilusorios sobre los cambios del hombre moderno.

La visión global del individuo del siglo XXI esta bajo el caparazón de la estructura cibernética actual, es por esta razón que el sujeto real actúa bajo de máscara de la sociedad del conocimiento, escondiendo los mismo esquemas de los siglos pasados.



Bibliografía
COMTE, Auguste (2007) .Discurso sobre el espíritu positivo. 1º Reimpresión. Traducido por Julián Marías. España: Alianza

domingo, 4 de julio de 2010

¿QUÉ TAL TE VAN LAS COSAS?

LA FÓRMULA « ¿QUÉ TAL TE VAN LAS COSAS? »


BRUCKNER, Pascal


¿Qué tal te van las cosas? Los hombres no siempre se han saludado de este modo a lo largo de la historia: invocaban la protección divina y nadie se inclinaba de la misma manera delante de un campesino y de un caballero. Para que la fórmula « ¿Cómo van las cosas? » aparezca, hay que dejar atrás la relación feudal y entrar en la era democrática, que supone un mínimo de igualdad entre individuos separados, sometidos a los altibajos de sus humores. Hay una leyenda sobre el origen médico de esta expresión, al menos en francés: « ¿Qué tal le va con las deposiciones? ». Es el vestigio de una época que veía en la regularidad intestinal un signo de buena salud.
Esta formalidad lapidaria y generalizada responde al principio de economía y constituye el lazo social mínimo en una sociedad de masas que pretende reunir hombres de todos los niveles. Pero a veces tiene menos de rutina que de intimación: queremos obligar a la persona encontrada a situarse, queremos dejarla atónita, someterla con una sola palabra a un profundo examen. ¿En qué momento estás? ¿En qué te has convertido? Se trata de una discreta conminación que obliga a cada cual a exponerse en la verdad de su ser. Pues, en un mundo que hace del movimiento un valor canónico, interesa que las cosas «vayan», aunque no se sepa adónde. ¿Por qué el « ¿qué tal te van las cosas?» maquinal que no espera respuesta es más humano que el « ¿qué tal te van las cosas?» lleno de solicitud de quien nos quiere desnudar, acorralarnos y hacernos un chequeo moral? Y es que el hecho de ser ya no se da por sentado, y hay qué consultar constantemente el barómetro íntimo. Al fin y al cabo, ¿tan bien me va? ¿No estaré adornando las cosas? Por eso mucha gente esquiva la respuesta y corta de inmediato, suponiéndole al otro la suficiente delicadeza como para descifrar en su «pues van» un discreto abatimiento. Esta contestación de renuncia es terrible: «van tirando», como si nos viésemos reducidos a dejar pasar los días y las horas sin tomar parte en ellos. Pero, a fin de cuentas, ¿por qué tienen que ir las cosas? Obligados a justificarnos todos los días, a veces cambiamos de lógica. Y somos tan opacos para nosotros mismos que la respuesta ya no tiene sentido, ni siquiera como formalidad.
«Hoy pareces en plena forma. » Este cumplido nos cae encima como una lluvia de miel y tiene valor de consagración: en el cara a cara entre los radiantes y los gruñones, estamos del lado bueno. Gracias a la magia de una frase, nos vemos colocados en la cima de una jerarquía sutil y siempre cambiante. Pero al día siguiente se pronuncia, implacable, un veredicto diferente: «Qué mala cara tienes». Es como un disparo a quemarropa, y nos arranca de la espléndida posición en la que nos creíamos instalados para siempre. Ya no merecemos la casta de los magníficos, somos parias, tenemos que arrastrarnos pegados a las paredes y ocultarle a todo el mundo la cara nublada.
En definitiva, « ¿qué tal te van las cosas?» es la pregunta más trivial y la más profunda posible. Para contestar con precisión, habría que proceder a un escrupuloso inventario psíquico, sopesándolo todo minuciosamente. Qué importa: hay que contestar «bien» por cortesía y civismo y pasar a otra cosa, o rumiar la respuesta una vida entera y reservar la declaración para más adelante.

BRUCKNER, Pascal(2008). La euforia perpetua. 3ª edic. Trad. por Encarna Castejón. España: Tusquets

sábado, 3 de julio de 2010

VENDO MI VOTO

Hoy estoy de oferta, he decido vender mi voto al mejor postor, no pido: vales de despensa, bultos de cemento, dinero en efectivo, bonos, o cualquier artículo que pueda solucionar mis necesidades momentáneas.

Lo único que exijo a cambio es: el candidato que lo desee comprar, haga lo que corresponde, no quiero que cumpla lo que prometa, porque todo lo que han prometido es su obligación hacerlo, necesito que haga más de lo que promete, que su plan de gobierno sea real no utópico.

Ya he escuchado tantos discursos, sobre criminalidad, pobreza, educación, buen gobierno etc., todos esos problemas están ahí desde hace décadas, ya basta de decir ¡QUE! van hacer, quiero que me respondan ¿CÓMO?

Eso es lo que exijo a cambio de comprar mi voto, que digan como van a solucionar los problemas que carcomen la dignidad social, como: la impunidad, la corrupción, el mal gobierno, la falta de ética gubernamental, la criminalidad de cuello blanco, y otros más.

Si alguien tiene la capacidad intelectual de comprar mi voto, aquí espero su respuesta, hoy que he decidido ¡VENDER MI VOTO! ¡ESTOY DE OFERTA!